"Las montañas son nuestras, el oro ajeno"
Por Darío Aranda - Desde Andalgalá, Catamarca.
Agua para no beber. Aire que mejor no respirar. Un pueblo pobre, sobre montañas de oro. Son algunas de las contradicciones de Andalgalá, una localidad catamarqueña de 17 mil habitantes, a 240 kilómetros de la capital provincial, donde funciona desde hace diez años la mina de oro y cobre más grande de Argentina y una de las más importantes del mundo. La empresa, Minera Alumbrera, de un consorcio suizo canadiense, es denunciada por los pobladores de contaminar la tierra, el aire y el agua. Espacios sociales, gubernamentales y judiciales del noroeste argentino advierten que la contaminación afectaría a tres provincias: Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, pero el mayor desastre --advierten-- comenzaría en breve: una nueva mina, tres veces más grande, aún más cerca del pueblo y en las cumbres que proveen agua a toda la región. Los Vecinos Autoconvocados aseguran que será el tiro de gracia para el pueblo. Piden un plebiscito al estilo Esquel. Crónica desde Andalgalá: caso testigo de la minería metalífera a gran escala.
Montañas ricas, pueblo pobre
Cinco horas de micro desde San Miguel de Tucumán. Seis desde San Fernando del Valle de Catamarca. Siempre por rutas destruidas, ripio al borde del precipicio, clima desértico. Paisaje de postal. Andalgalá no es pueblo, es una ciudad. En su centro urbano hay supermercados, celulares que se ofertan en muchas vidrieras, banda ancha a cada cuadra, muchas farmacias, varias 4 X 4. También hay un profesorado que se cae a pedazos y le escasea el techo, un solo hospital que siempre tiene colas con varias horas de espera y barrios que nada se diferencia de los caídos del mapa del conurbano bonaerense. La plaza principal de Andalgalá cumple con la regla de toda localidad de la Argentina profunda: es el epicentro del centro urbano, frente se ubica la Iglesia (enorme), a pocos metros la municipalidad y la comisaría. Todos se saludan en la plaza, la calle o los bares. Todos saben qué hace el otro y también todos saben qué postura tiene el vecino en torno a la minería. Unos pocos trabajan en la empresa; cobran un promedio de 2.000 pesos. Suma que asegura prosperidad para los agraciados (en una zona donde la desocupación supera a la media nacional) y también asegura fidelidad al patrón.
En las calles se comprueba que los adultos y los niños son mayoría, lejos. Hay pocos jóvenes. La generación de 20 a 30 años pareciera haberse fugado en busca de ese trabajo que escasea. Los autos estacionados con vidrios bajos y estéreos tentadores no corren peligro. Hay pocas rejas. Ninguna casa tiene alarma. Todo con un prolijo y limpio asfalto gris. En el horizonte se imponen las montañas que esconden, detrás, lo que todos hablan: el oro, el cobre y las instalaciones de uno de los yacimientos más importantes del mundo. Sólo vehículos 4x4 o motos enduro pueden espiar la riqueza que guarda el paisaje lunar del noroeste argentino.
De una u otra forma, todo el tiempo la minería puede ser tema de conversación en Andalgalá: en un bar, el cronista almuerza un cordero sabroso. Un vecino antiminería mira con recelo y, cuando ya ganó algo de confianza, arruina el almuerzo:“Es barato ¿no? Por que es de la zona de Alumbrera. Pocos se animan a esa carne”.
“Hace diez años yo di la bienvenida a la Alumbrera. Creía que era signo de progreso. Todos estábamos felices. Pero fue el error de mi vida. Todo fue mentira: no dieron trabajo, trajeron más pobreza y contaminaron todo. Nos están matando, en serio, se lo juro”, confiesa con mirada perdida Urbano Cardozo, un jubilado andalgalense que evalúa vender su casa y mudarse donde la contaminación no lo alcance. Junto a una veintena de vecinos milita para que Alumbrera“pague por el desastre que hizo y que no se instale”el nuevo proyecto.“Será la muerte del pueblo”, asegura.
Los Vecinos Autoconvocados de Andalgalá son docentes, jubilados, comerciantes, obreros de la construcción y amas de casa que aprendieron de fórmulas químicas, historia, procesos de extracción, leyes ambientales y beneficios impositivos que gozan las compañías.“Es David y Goliat”, resumen desde una de las provincias más pobres del país. Enfrente ubican a las multinacionales mineras más importante del mundo: la suiza Xstrata (50 por ciento del paquete accionario) y las canadienses Goldcorp (37,5 por ciento) y Northern Orion (12,5); al Estado en sus tres niveles --municipal, provincial y nacional-- y una comunidad dividida en torno a la empresa: familias desmembradas, hermanos que no se hablan, amigos de toda la vida hoy distanciados, comerciantes que perdieron clientes por oponerse a la minería, vecinos que ni se miran. Un pueblo donde la minera, como la polémica, afecta a todos.
Memoria del saqueo
Octubre de 1994. Cine-Teatro Catamarca, frente a la plaza principal de San Fernando del Valle. El gobernador Arnoldo Castillo; el entonces secretario de Minería y actual gobernador de La Rioja, Angel Maza; el ex presidente Carlos Menem y un ejecutivo, alto, rubio y asistido por traductora, anunciaron el lanzamiento de las obras de infraestructura del yacimiento Mina Bajo la Alumbrera, ante un centenar de funcionarios y empresarios eufóricos.“Hoy comienza el despegue, el día soñado para esta provincia tan postergada”, dijo con lágrimas escurridizas el anciano gobernador. Menem, de prolijísimo traje azul, no fue menos:“Esta es la Argentina que necesitamos, que se abre al mundo, que recibe inversiones, que promete un futuro” El ejecutivo de la multinacional, asistido por una traductora, agradeció:“Nuestra inversión se da gracias a las nuevas leyes impulsadas por el Gobierno, sin él no podríamos haber iniciado esta obra”.
Tres años después, el 31 de octubre de 1997, Carlos Menem voló con todo su gabinete a Andalgalá para inaugurar la etapa de extracción. Fiel a su estilo, fue protagonista activo de la primera explosión en la montaña y de la primera molienda. Luego sobrevino el fastuoso lunch en las instalaciones de la misma mina, a 2600 metros, en la exclusiva ciudad en las alturas para los profesionales y trabajadores de la multinacional.
Andalgalá fue fundada un 12 de julio, hace 347 años, y siempre había estado presente el buen recuerdo de la minería. A fines del siglo XIX, y hasta principios del XX, fue una región que conoció el bienestar al abrigo de la extracción de mineral con el sistema de galerías, en pequeña escala, con enorme demanda de mano de obra, pico y pala como herramientas, lomo de burro para el transporte. Fueron años de desarrollo, cuando Catamarca se erigía como sinónimo de crecimiento; momentos grabados en las memorias familiares, transmitidos a hijos y nietos. De ahí el germen de la bienvenida y alegría por la llegada de una empresa minera.“Pero esta vez la extracción sería diferente y los beneficios repartidos en forma diferente al siglo pasado”, lamentó Roberto Cecenarro, uno de los primeros opositores a Alumbrera y pionero en advertir que la luna de miel entre pobladores y empresa duraría poco.
La campaña publicitaria de la empresa y los políticos de turno prometía la construcción de un barrio para cinco mil personas, nuevas escuelas, un hospital de alta complejidad, rutas asfaltadas, 6.000 puestos de empleo. Ninguna de esas obras se plasmó. La compañía asegura, hoy, que emplea a 1.800 personas del lugar y, de forma indirecta, creó 8.200 puestos laborales nuevos. Los Autoconvocados lo desmienten: dicen que en la mina no trabajan más de 90 personas de Andalgalá. El resto todos“profesionales foráneos” El intendente, aliado de la empresa, habla de cifras menores:“Se solía decir que iba haber mil, dos mil, tres mil puestos de trabajo, pero no hay más de 40 ó 50 andalgalenses efectivos”
Aída Orellana, una mujer delgada, rubia, histriónica y de hablar firme, había creído, como todos sus vecinos, en las promesas. Invirtió todo lo que tenía, y más, para construir un pequeño hotel. Creyó que la ciudad crecería, que Alumbrera le daría huéspedes y prosperidad. Pero los cuartos rara vez alojaron visitantes. Cuando se dio cuenta del engaño comenzó su militancia contra la minera.“Fue todo una gran estafa y encima nos envenenan”, dice una y otra vez meneando la cabeza. Tanto se comprometió con la lucha que terminó distanciada con toda la familia, que aún hoy la sigue culpando por la ausencia de clientes.
Alumbrera reconoce que al yacimiento le quedan diez años de vida y aún hoy sigue resaltando que el emprendimiento“es una fuente de oportunidades y beneficios económicos para la Argentina y en especial para las comunidades próximas a sus instalaciones”“Prometía desarrollo del lugar, comprar a proveedores locales; pero lo cierto es que de acá no compran ni el tomate o la lechuga para las ensaladas”, refuta Orellana.
La Mina de oro y cobre
El yacimiento de oro y cobre pertenece al estado catamarqueño, la Universidad de Tucumán y el estado nacional, que conforman la sociedad Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), pero cedieron la explotación a las multinacionales. Funciona a 40 kilómetros del casco urbano de Andalgalá, a 300 de la capital provincial, entre montañas y alambrados olímpicos.
Muy pocos pueden ingresar al yacimiento, que trabaja día y noche y donde una enorme olla de dos kilómetros de diámetro y seis cuadras de profundidad es el espacio donde explosivos, 36 enormes camiones mineros y monumentales palas mecánicas remueven 340 toneladas de roca por día. Lejos están las imágenes de las películas: no hay picos, nos palas, nos hay pepitas de oro y, ni siquiera, hay mineros.
Por cada tonelada de roca se obtienen seis gramos de oro y seis kilogramos de cobre. Datos de la misma empresa se ufanan de que Alumbrera utiliza en un solo mes la misma cantidad de explosivos que se requiere por año en toda la Argentina. No es casualidad que nubes de polvo llueven tierra en la ciudad. Además, los especialistas advierten que la remoción de las montañas de rocas acelera la producción de sulfuros, que con el aire y el agua producen drenajes y lluvias ácidas, con su contaminación a cuestas.
“Los drenajes ácidos representan uno de los principales problemas ambientales de la minería. Estos drenajes ocurren cuando los minerales que contienen sulfuros presenten en la roca se exponen al aire o al agua, convirtiéndose en ácido sulfúrico. Este ácido puede disolver metales pesados (plomo, zinc, cobre, arsénico, mercurio o cadmio) presentes en la roca y en los residuos o colas hacia el agua superficial y subterránea. Producen una contaminación grave. Los drenajes ácidos ocurren naturalmente, pero son singnificativamente magnificados como consecuencia de la minería. Además, estos drenajes pueden viajar largas distancias río abajo”, explican desde Greenpeace.
Según datos de la misma empresa, el yacimiento se encuentra entre los diez grandes emprendimientos de cobre del mundo (con 190 mil toneladas anuales) y entre los 15 de oro (con 23 mil toneladas).“Minera Alumbrera es el mayor consumidor eléctrico individual de Argentina”, cuenta la misma empresa en su página de internet. Cuenta con hoteles para empleados y visitantes, 500 habitaciones, comedor, salas de juegos, gimnasio, línea de colectivo interna y tres aviones propios que hacen de taxi aéreo para ejecutivos hacia Tucumán y Catamarca.
El proceso de extracción consiste en dinamitar las paredes de la montaña, transformar las rocas en polvo y diluirlas en soluciones ácidas que purifican el mineral. Esta solución viscosa es nuevamente purificada por un proceso de flotación de gran escala. Todos los desechos son destinados a un enorme basurero, de 30 hectáreas y 150 metros de alto, llamado“dique de colas” El producto bruto es enviado por un monumental mineraloducto --un caño bajo tierra-- de 310 kilómetros de largo que pasa por Catamarca hasta Tucumán. Transporta un barro con ácido y mineral diluido. Llega hasta Cruz del Norte, en Tucumán, donde el“Tren Alumbrera”(la empresa cuenta con cuatro locomotoras y 182 vagones propios) transporta concentrados hasta el puerto de Santa Fe. De ahí viaja rumbo al exterior, donde será refinado. El mega emprendimiento también cuenta con un electroducto de 220 kilómetros, líneas eléctricas de alta tensión que atraviesan gran parte de Catamarca y Tucumán.
Las obras de infraestructura requirieron una inversión de 1.200 millones de dólares.“Poco de ese gasto corre por cuenta de la empresa: el artículo 22 de la Ley 24.196 legisla que del tres por ciento que la empresa paga de regalías deben deducirse los costos de transporte, fletes, seguro, molienda, comercialización, administración, fundición y refinación. De esta forma, las monumentales obras las paga el Estado”, explica Marcos Pastrana, de la Intersectorial de Tafí del Valle, en Tucumán, donde también acusan la contaminación desde la vecina Catamarca.
Diez años después: las acusaciones
El fiscal de Tucumán Antonio Estofán denunció a la empresa por contaminación. El juez federal de Santiago del Estero Felipe Terán investiga una denuncia de presencia de cobre y plomo en el norte provincial y una posible contaminación de llegaría hasta las turísticas Termas de Río Hondo. La justicia de Rosario investiga el presunto tráfico documental y exportación ilegal de metales. Pobladores de Villa Vil, en Catamarca, denunciaron a la empresa por un derrame tóxico del mineraloducuto. Organizaciones sociales de Tafí del Valle, en Tucumán, advierten sobre contaminación del aire, radiaciones del electroducto e invasión de cementerios indígenas. Son sólo cinco de las decenas de acusaciones que tiene en su contra Minera Alumbrera, impulsadas por una gran diversidad de sectores, localidades y provincias.
El titular de la empresa, Julián Rooney, respondió a las acusaciones:“No existe contaminación de ninguna índole. El importante trabajo desplegado y las conclusiones del monitoreo ambiental han servido para que la industria pueda demostrar su apego al cumplimiento de las normas ambientales.
Los Autoconvocados exigen desde hace años estudios “independientes” de tierra y agua. Pero las únicas respuestas que obtienen son análisis a cargo de la misma empresa o esporádicos y selectivos relevamientos de la provincia. Descreen de esos estudios porque sindican a la empresa como cómplice de la empresa. “Alumbrera le significa al gobierno provincial el 70 por ciento de los ingresos fiscales. Conociendo a nuestra clase dirigente usted cree que denunciarán a sus sostenedores económicos”, advierte Omar Ramos, vecino de lugar.
“Los especialistas recomiendan hacer seguimientos, estudios permanentes, de meses. Ellos no hacen nada de eso. Para que te des una idea: los estudios de tierra y aguas no los controla nadie: la empresa selecciona las muestras, las lleva ella misma al laboratorio y ella misma le informa a los órganos de control cuáles fueron los resultados”, denuncian los Autoconvocados.
Realizar un seguimiento de análisis está lejos del alcance de los vecinos. Pero exhiben sus pruebas campesinas:
-Antes crecía de todo: aceitunas, manzanas, nueces. Ahora no crece nada. Cada día la tierra es más pobre.
Asegura Alberto Zossi, habitante ancestral de la zona.
-Los animales se me mueren. No se entiende el por qué. Para mí es porque toman el agua que baja de La Alumbrera.
Se queja Luis Alvarez.
-Las gallinas son cada vez más enanas. Parecen palomas.
Sonríe Marcela Orellano, que extraña los animales robustos con los que solía alimentar a su familia.
Un estudio técnico que enarbolan variados sectores fue realizado por el perito minero Héctor Oscar Nieva. Se trata de su estudio de maestría para la Universidad de Nancy (en Francia), el cual confirmó que el dique colas (la enorme olla que hace de basurero minero) tiene filtraciones que contaminan las napas subterráneas de la zona. La empresa reconoció las pérdidas e instaló un sistema de retrobombeo para que la solución que escapa al corral minero vuelva a él. Nieva asegura que la contaminación sigue regándose por el subsuelo catamarqueño.“El problema podrá agravarse al cierre de la mina. Filtra al río Vis Vis y el destino final de toda la contaminación será la reserva de agua dulce más importante de la región. Ya hay mortandad de animales en la zona de impacto ecológico de la minera. Ellos dicen que no contaminan, pero es evidente que algo hay", afirmó el especialista.
El presidente de Alumbrera afirmó que“el estudio del ingeniero Nieva toma en cuenta datos parciales y realiza extrapolaciones que nada tienen que ver con la realidad de lo que realmente ocurre, por lo tanto carece de fundamento técnico. En nuestra página web puede encontrarse un trabajo con los argumentos que explican porqué son inexactas las conclusiones a las que arriba el ingeniero Nieva”.
Desde Greenpeace aseguran que“es evidente que las actividades mineras frecuentemente producen beneficios económicos a corto plazo a las comunidades. Pero también producen impactos ambientales y de salud a largo plazo que las compañías mineras frecuentemente evitan pagar”
Sin embargo, en declaraciones al diario La Gaceta, el secretario de Minería de Nación, Jorge Mayoral --que rechazó hablar con este diario--, sorprendió a los tucumanos y catamarqueños al negar que exista un problema ambiental ligado a la actividad minera y aseguró que“algunos, con picardía, pretenden generar incertidumbre” La Federación de Organizaciones Ambientalistas de Tucumán no tardó en contestarle: "No puede ser que el funcionario desconozca que la actividad desarrollada por la firma no tan sólo mereció la condena de la comunidad, sino que, además, su principal directivo está imputado por presunta contaminación, por la Justicia Federal", coincidieron los representantes de la entidad, Pedro Ottonello y Juan Manuel Prado Iratchet.
En los valles calchaquíes, la Intersectorial de Tafí del Valle --que reúne a las organizaciones sociales del lugar-- se declaró por el“no a la minería metalífera por los graves impactos ambientales que provoca en la comunidad”, aseguró Marcos Pastrana, referente de la Intersectorial, quién recordó que con las torres del electroducto se invadió espacios sagrados indígenas. Exigen que la zona de los valles tucumanos sea declarada“área protegida”
El boca a boca en Andalgalá muestra que las enfermedades gastrointestinales se multiplicaron, pero ni el hospital local ni ningún estamento gubernamental dan cuenta de estudio alguno. Una sola vez, en 2003, se conocieron estadísticas del hospital local: confirmaron que, desde la instalación de la mina y hasta 2003, las enfermedades respiratorias en niños había aumentado de 1374 a 2244. Todos señalaron como responsable a la mina. Nunca más fueron difundidas datos de salud del lugar.
“El proyecto fue diseñado siguiendo los estándares ambientales equivalentes a los requeridos por los países líderes en producción de cobre y oro, y los lineamientos establecidos por el Banco Mundial”, explica Alumbrera en su carpeta de presentación
Agua, divino tesoro
El agua es el oro del futuro, advierten diversos sectores que hasta aseguran que las guerras serán por ese recurso natural. En Catamarca“el líquido no falta, pero tampoco sobra a lo bruto”, sonríe Urbano Cardozo, el jubilado militante. Alumbrera cuenta con un permiso de extracción de 1.100 litros por segundo. Que es lo mismo a 66.000 litros por minuto: casi cuatro millones de litros por hora en una zona semidesértica.“Mejor no hacen la cuenta de cuanta agua al día se va con ese oro”, ironiza Blanca Rado, docente jubilada y estudiosa de lo que acarrea la minería a gran escala.
Alumbrera cuenta con seis pozos perforados a profundidad, de donde chupa el agua subterránea durante las 24 horas.“La extracción de agua no afecta en absoluto la disponibilidad de agua de las localidades vecinas”, dijo Rooney a Página/12.
La canadiense Northern Orion (accionista de Alumbrera) comenzará en breve las obras de infraestructura de otro yacimiento, tres veces más grande que Bajo Alumbrera, a sólo 17 kilómetros del pueblo, en la cima de las montañas ubicadas frente al centro de la ciudad. Planea extraer oro, plata, cobre y molibdeno.“El desarrollo de Agua Rica es técnicamente factible, y podría ser desarrollado como un yacimiento de bajo costo y de larga vida útil”, reconoce la carta de presentación de la misma empresa. Planea procesar, por día, 70.000 toneladas de roca, con una vida útil de 30 años.
Los Vecinos Autoconvocados remarcan que, además de la misma contaminación que acarrea Alumbrera, de esa montaña nacen los tres ríos --el Blanco, Candado y el Minas--, que alimentan de agua a toda la región: casi un cuarto de la provincia. Todos reconocen que ese será el último golpe al pueblo.“Ningún pueblo puede sobrevivir sin agua”, dicen una y otra vez. Muchas casas y tierras ya estrenaron su cartel inmobiliario de“en venta”
-Mis hijas están estudiando en la capital provincial. Yo les pido que por favor no vuelvan. Que inicien su vida allá, aunque me duela en el alma. ¿A qué van a venir? Esta es una ciudad condenada.
Lamenta Dito Salas, concejal de Andalgalá, histórico opositor a Alumbrera.
-"Sin oro se puede vivir, sin agua no. Si avanza la nueva mina, esto será un pueblo fantasma”, auguró Juan Mansilla, un joven profesor de música que también sabe de historia:“Es increíble, pero está pasando lo mismo que hace 500 años. Se llegan de afuera, te muestran espejitos, bolsones de comida, se llevan la riqueza y dejan muerte y destrucción”
“Se chupan el agua”, sentenció la Iglesia de Bariloche sobre los empredimientos mineros que intentan replicar en el sur lo que ya realizan en Andalgalá, donde la población también es muy creyente, pero la curia local no quiere mover montañas ni feligreses contra Alumbrera.“Acá la Iglesia tiene poder, pero también es pro minería”, explicó Matías, un joven estudiante en la plaza principal, frente a la iglesia del pueblo. Él no quiso dar su apellido: en su casa son prominería.
El agua utilizada, es irrecuperable. No hay tratamiento posible para que vuelva a ser aprovechable. De ponerse en marcha la nueva explotación la cantidad de agua utilizada será el triple. El nuevo emprendimiento minero se llama, paradójicamente o por humor negro,“Agua rica” Ironía del destino, la mina tomará tres veces más de un agua que no será más insípida, ni inodora, ni incolora.
Plebiscito: Sí o no a la mina
El intendente, José Eduardo Perea, tiene 49 años. Siempre vivió en Andalgalá. Tez morena, cabello lacio y negro, peinado con prolija raya a la izquierda. Es justicialista. Piensa unos segundos cada pregunta. Durante la campaña que lo llevó al ejecutivo municipal había prometido un plebiscito para decidir qué hacer con el yacimiento de Agua Rica. Pero ahora encontró un inconveniente:“El pueblo debe decidir, de eso estoy seguro pero es que todavía no está preparado porque desconoce el tema. Igual, yo le puedo asegurar que desde mi gestión no se contaminó nada”, señaló a Página/12. Cuando se le preguntó cuándo estarán preparados para el plebiscito los mismos electores que lo llevaron a ser intendente, dice no saber, pero sí asegura que la empresa es inocente de todo. Sólo culpa, una y otra vez, a“los anteriores gobiernos que no exigieron que la empresa cumpla sus promesas”.
“El es prominería”, explica Dito Salas y arriesga algunas posibles causas a ese cambió de opinión:“Un solo camión minero vale más que lo que recauda el municipio en todo el año. Alumbrera paga el combustible de los vehículos municipales y de la ambulancia, compra insumos para el hospital, paga velorios de los pobres, reparte bolsones de comida, regala herramientas a las escuelas técnicas y hasta compra las medallas de egresados, a quienes promete un trabajo que nunca llegará” Publicidad de la compañía también afirma que entrega material didáctico a las escuelas, ayuda a los clubes e instituciones sociales, obsequia juguetes en el Día del Niño, asiste --siempre según la publicidad oficial-- a 50 postas sanitarias con medicamentos. Todo lo que en otro tiempo correspondía al Estado, hoy lo realiza la empresa.
“Jefe comunal o concejal que se oponga a la mina suele cambiar, repentinamente, de parecer”, sonríe Luis Maidana, un joven que trabaja en la terminal de ómnibus.
¿Y las autoridades provinciales? El responsable de Minería, José Siner nunca respondió a los numerosos llamados de este diario y, durante dos semanas, estuvo --según explicó su secretaria "en un yacimiento en Salta“donde no hay teléfonos, ni siquiera celulares” El secretario de Agua y Ambiente de Catamarca, Juan Cristóbal Acuña, fue más directo: dijo a su asistente que él no tiene nada que decir sobre el tema.
En 2004, Minera Alumbrera facturó 683 millones de dólares: 1.980 millones de pesos.“Tomando en cuenta los últimos cuatro trimestres (los dos últimos de 2004 y los dos primeros de 2005) Alumbrera pagó, en concepto de regalías, 51 millones de pesos”, explicó Rooney. Es el 2,5 de su facturación total.
Según la propia empresa, en su publicación“Suplemento comunitario Minera Alumbrera y la comunidad”, se acaba de pagar al municipio de Andalgalá en concepto de regalías mineras: 14 millones de pesos. Lo que representa el 0.7 por ciento del oro y el cobre que en el último año se extrajo de las montañas catamarqueñas.
La diputada Marta Maffei visitó el año pasado la zona y repitió un dato:“Las diez grandes mineras se llevarán del país minerales por 25.000 millones de dólares, de los cuales sólo 380 millones quedarán en el país”
Es que el dinero que las mineras se llevan no tiene retención a las exportaciones (como si pagan, por ejemplo, los productos agropecuarios).
“Ellos no quieren a la Alumbrera porque tienen trabajo y comida, pero somos muchos los que dependemos de ella, así que no queremos que se vaya”, sinceró Antonio Frías, de unos 40 años, fornido, desocupado; sentado en la plaza central del pueblo. Una de las pocas voces favorables a la empresa que encontró este diario.
Los Autoconvocados impulsan un plebiscito vinculante para antes de fin de año, pero saben que es un arma de doble filo. En caso de llegar a esa instancia, la gran incógnita es saber qué pasará. Es un contexto muy diferente a Esquel.“Acá hay mucha necesidad hermano, la empresa tiene aceitado todo su asistencialismo, deja caer sus migajas en muchos lugares y esa gente, lamentablemente, depende de Alumbrera para sobrevivir”, sinceró Cecenarro, pionero militante contra la empresa.
Aída Orellana, aunque férrea opositora a la minería, descree que el plebiscito por el no triunfe.“Acá manda la empresa. Da comida. Es muy diferente a Esquel. Hay mucha necesidad y la gente obedece a quien pone algo en el plato”, lamenta. Los Autoconvocados le retrucan:“No tenemos nada que perder. Hay que hacer entender que sin oro se puede vivir, pero sin agua no”.
Mientras fundamentaba la negativa del secretario de Minería de Nación, Jorge Mayoral, para hablar con este diario, los voceros de la Secretaría insistieron que“las leyes no se pueden cambiar según el gusto de la gente. Hay una legislación que hay que cumplir. Hay que mantener la previsibilidad. Invitamos que las comunidades participen junto a las empresas, pero las leyes que están hay que cumplirlas” Coincidencia: el titular de Alumbrera, Julián Rooney, destacó la“importancia de mantener reglas de juego claras en el tiempo. El hecho de que hayan mantenido hasta ahora significa un incentivo para futuras inversiones”
En abril del año pasado los pobladores de la localidad de Choya (paraje del departamento de Andalgalá) rechazaron el proyecto de Agua Rica por los riesgos ambientales que podría causar con la contaminación del agua y el aire. Lo hicieron mediante un documento al que adhirió un 80 por ciento de la población.
“Bajo de la Alumbrera es una fuente de oportunidades y beneficios económicos para el país y en especial para aquellas comunidades próximas a sus instalaciones operativas”, reza aún hoy la publicidad de Alumbrera.
De forma similar a hace diez años, la propietaria de Agua Rica, la canadiense Northern Orion --que cuenta con el 12,5 por ciento de Alumbrera-- ya promete que empleará a más de 600 personas y que realizará numerosas obras para el bien de la comunidad.
Esquel, en Chubut, es el antes de la explotación minera. Jáchal, en San Juan, el durante. Andalgalá, el después de la extracción: cuando el oro ya no está y la montaña es un coloso agujereado. Sólo tres del medio centenar de emprendimientos mineros metalíferos de Argentina, que tienen tantos impulsores como detractores. Estado y empresariado por un lado. Organizaciones sociales y pobladores por el otro. Promesas de inversiones, trabajo y desarrollo de un lado. Denuncias de degradación ambiental, pobreza y saqueos por el otro. Estado de situación de una polémica silenciada.
Las exportaciones mineras del país se multiplicaron en la última década. Según datos oficiales de la Secretaría de Industria, Comercio y Minería (Sicym), en 1993 Argentina exportaba 15,8 millones de dólares. Después de aprobadas las nuevas legislaciones mineras, el cambio fue drástico: en 1999, fue de 705 millones.; en 2001 de 754 millones, en 2002 de 990; 2003, 1.100; y las proyecciones para 2006 son de 1.466 millones.
Según los mismos datos oficiales: los minerales metaliferos como el oro, la plata y el cobre representan las dos terceras partes del volumen exportado de lo denominado“boom minero”“Es que las leyes del menemato son seductoras: ambientales e impositivamente son altamente beneficiosas para las empresa”, explica Marcos Pastrana, de Tafí del Valle.
El legislador Carlos Tinnirello, especializado en el tema, aseguró que“las empresas mineras recién inician la invasión en el país, pero las proyecciones de las mismas empresas indican que nos espera una gran invasión de empresas. Y, desde ya, nunca se pueden desarrollar este tipo de emprendimientos sin compromisos políticos de los gobernadores y del ejecutivo nacional, que escuchan mucho a las mineras pero muy poco a las poblaciones que alertan sobre los riesgos, sobre todo las vertientes de aguas que se comprometen”
“Las mineras manejan los medios, las municipalidades, las provincias, a los funcionarios aún más altos. Ejercen hostigamiento sobre las poblaciones que se oponen y engañan prometiendo un bienestar que nunca llegará. En tanto, los poderes ejecutivos, legislativos y hasta judiciales están a disposición de las empresas, que siempre tienen a mano artilugios políticos y legales para conseguir sus fines. Hay que tomar conciencia que se trata del saqueo de los recursos naturales del país”, denunció Tinnirello.
En el lujoso hotel de Toronto, Canadá, donde se desarrolló el Congreso Mundial de Minería, todos los especialistas prominería fijaran sus ojos en Argentina y la catalogaron como“la niña mimada”del sector. Remarcaron que la vedette del momento cuenta con 5.000 kilómetros de cordillera, un 75 por ciento de sus recursos inexploradas y una regalarías de sólo el tres por ciento. Multinacionales de Estados Unidos, Canadá, Australia, Chile y Europa señalaron a Argentina como la región a invertir y a Latinoamérica como del destino de la década. No dejan de fijar las ventajas de legislación vigente. En el shopping minero internacional estuvieron, junto al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, gobernadores y autoridades mineras de San Juan, Mendoza, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Santa Cruz.
Luego de la feria minera, el secretario de Minería viajó a Washington para mantener un encuentro con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, quién impulsa la minería como“desarrollo para toda la región”“Por solicitud del ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, Julio De Vido, Mayoral se reunió con Iglesias a fin de evaluar planes de apoyo para impulsar la actividad minera de Argentina y fomentar el desarrollo sustentable de la pequeña, mediana y gran minería”, informó la gacetilla de prensa oficial de la Secretaría.
En ese congreso, la minera estatal YMAD --propietaria del Yacimiento Alumbrera-- ofreció a compañías internacionales un conjunto de“áreas ricas en cobre, oro, plata y molibdeno, de Catamarca” En una reseña comercial titulada "YMAD, A Great Opportunity (La Gran Oportunidad)”, la empresa explicó a los ejecutivos de las multinacionales: "Se han alumbrado nuevas reservas y se ha desarrollado un ambicioso plan de perforaciones. Hay un área con estructuras de oro, plata y manganeso”
El Plan Bianual 2004-2005 de la Secretaría de Minería nacional insiste con que Argentina cuenta con oportunidades mayores que otras regiones por el“replanteo de marcos tributarios y jurídicos”con los que cuenta (las leyes de la década del 90).
Desde la Cámara de Empresas Mineras (CAEM) publicitan que el sector exporta casi tanto como el trigo. Pero las diferencias radicales son tres: el agro, a pesar de su industrialización, emplea mucha mayor mano de obra; tiene retenciones a las exportaciones (por cada tonelada que sale, un porcentaje queda en el país) y, sobre todo, la tierra sufre una degradación, pero que puede ser tratada; mientras que los minerales son un recurso no renovable: lo que se va, no vuelve. Resulta una zona improductiva, empobrecida -ya sin su riqueza mineral- y contaminada
“Las leyes mineras son beneficiosas, al extremo para las empresas”, resumen desde la Red de Comunidades Afectadas por la Minería, que nuclea a habitantes de San Juan, Chubut, Córdoba, Tucumán, Río Negro y Catamarca. SI bien corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos, éstas (dueña del mineral) no pueden cobrar más del tres por ciento del precio internacional de venta de los metales. Pero a ese tres por ciento las compañías deducen los costos de transporte, fletes, seguro, molienda, comercialización, administración, fundición y refinación.“Las multinacionales no tienen retenciones a la exportación, no deben liquidar divisas (no ingresa el dinero de sus ventas al país, todo se dirige al exterior), no pagan impuestos de ingresos brutos, ni a los combustibles (el que todos pagan cuando cargan nafta), ni sellos, ni tasas para la importación; deducen gastos al doble a los fines del impuesto a las ganancias, en los primeros cinco años no pagan impuestos nacionales, provinciales ni municipales. Por ejemplo, no pagan impuestos a las ganancias ni ingresos brutos. No pagan IVA ni impuestos por ingreso de maquinarias”, explican desde la Red de Comunidades. Además, gozan de estabilidad fiscal por 30 años. Esto es: cualquier modificación --ejemplo: impuesto al cheque, que pagan todos los argentinos, o el corralito de 2001-- no los afecta. Eufemísticamente lo llaman:“régimen minero confiable”
Diversos especialistas internacionales aseguran que no es casualidad que en los países de primer mundo (sobre todo Estados Unidos y Europa) la minería de metales esté prohibida o esté regulariza por controles tan estrictos que las compañías huyen de sus países de origen. A partir de los noventa (con nuevas leyes a su favor) las multinacionales comenzaron a operar en toda Latinoamérica. Hoy, el mapa de Latinoamérica muestra, sobre todo el cordón de Los Andes, un sinfín de puntos que exhiben cómo se reprodujeron los emprendimientos mineros en toda la región, siempre en manos de una decena de empresas.
América Latina continúa siendo el primer destino de los fondos destinados a la exploración minera mundial, según indica un informe realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la ONU. En 2004, la quinta parte de recursos internacionales destinados al sector tuvieron como destino la región: 774 millones de dólares.
Perú fue el país latinoamericano que recibió el mayor aporte de fondos para exploración minera con 196 millones; seguido de México con 154 millones; Brasil con 131, Chile con 109 y Argentina con 53 millones.
El informe, titulado "Condiciones y características de operación de la industria minera en América Latina durante el bienio 2004-2005", realizado por Eduardo Chaparro, asegura que "esta tendencia muestra el interés de las empresas de abrir y ampliar sus portafolios de inversiones y de mirar países en donde aún hay mucho por descubrir".
Diario Los Andes
Miles de personas se manifestaron ayer contra la explotación de oro y cobre de Agua Rica. Hubo desmanes y la policía intervino. Hay 30 detenidos. Un juez suspendió hoy las actividades de la empresa minera. Pino Solanas denunció represión policíal.
martes, 16 de febrero de 2010
Un juez de minas de Catamarca ordenó hoy suspender las actividades de la empresa minera Agua Rica que prepara un emprendimiento para extracción de oro, plata y molibdeno en Andalgalá, donde ayer hubo incidentes con manifestantes que intentaron impedir el paso de un camión.
En tanto, manifestantes riojanos que protestan contra la contaminación minera anunciaron hoy que viajarán a la localidad catamarqueña de Andalgalá para apoyar a sus vecinos, mientras en Buenos Aires militantes del Partido Obrero marcharon hasta la Casa de Catamarca, en el barrio porteño de Balvanera.
El juez de minas Guillermo Cerda dispuso hoy el "cese de actividades hasta nuevo aviso" en el emprendimiento minero con la intención de poner fin al conflicto social en la zona, donde anoche hubo dos hombres detenidos, personal policial herido y destrozos en edificios y autos.
"Es una medida sumamente necesaria por lo sucedido ayer", sostuvo el magistrado.
Cerda dijo que notificó esta mañana "al apoderado de la empresa y si bien ellos pueden apelar, manifestaron estar de acuerdo con la resolución para traer calma a la sociedad andalgalense".
El subsecretario de Seguridad de Catamarca, Luis Baracat, informó hoy que personal policial tenía la misión de preservar el orden en la zona y no reprimir a los manifestantes luego de las protestas que generó el paso de una máquina de la empresa de Agua Rica por una ruta nacional donde los manifestantes cortaban el tránsito desde hace meses.
Los incidentes se produjeron durante la movilización de los manifestantes desde el corte en el camino que lleva al emprendimiento Agua Rica hasta la cabecera del departamento.
Si bien fuentes policiales dijeron que la situación ya era calma en la madrugada de hoy, dirigentes de las asambleas Autoconvocadas por la Vida de La Rioja anunciaron que se sumarán a la resistencia de Andalgalá.
Marcela Crabbe, asambleísta de Chilecito, dijo a radio Fénix que tenían "previsto viajar a la madrugada pero nos alertaron que nos podía suceder algo en la ruta, porque nos iban a estar esperando".
Las asambleas, a través de una delegación de una decena de representantes, se sumarán así a la protesat conra la mina Agua Rica, un emprendimiento tres veces más grande que La Alumbrera.
Crabbe dijo estar "muy preocupada por lo que está pasando, nos angustia lo que sucede en Angalgalá, pero cuando las papas quemas, la gente sale".
Según la asambleísta riojana, después de los conflictos de ayer en Andalgalá "no hay autoridades, todos huyeron. El pueblo quedó en mejores manos, en manos de la gente".
Asambleistas contrarios al emprendimiento minero de Catamarca dijeron que policías y gendarmes dispararon gases lacrimógenos y balas de gomas para desalojar el camino, que permanecía cortado desde diciembre para vehículos y maquinaria de la compañía.
La fiscal Martha Nieva solicitó días atrás que los manifestantes despejaran la ruta y acusó a cuatro de ellos por los delitos de amenaza simple, lesiones leves y daño en concurso real, además de entorpecimiento del funcionamiento del transporte terrestre. DyN
El dirigente del Grupo Quebracho, Carlos Bártola, reconoció que la organización posee cuadros en la provincia de Catamarca, y en el departamento Andalgalá "desde hace 2 años", y a la vez que integran la llamada Asamblea Ciudadana, a través de esa organización y el Movimiento Aníbal Verón.
Esto confirmaría la información emitida por diferentes actores sociales de Andalgalá, en cuanto a que durante los desmanes se pudieron individualizar cuadros activistas con un alto grado de preparación en acción contra la fuerza policial.
El gobierno de Catamarca otorgó en concesión minera todo el subsuelo de una ciudad de 17 mil habitantes. De avanzar la actividad extractiva, se contempla desalojar el casco urbano del histórico pueblo. Rechazos desde la asamblea vecinal.
Por Darío Aranda - Página 12 28/3/2010
En un hecho sin precedentes, el gobierno de Catamarca otorgó el área urbana de la ciudad de Andalgalá en concesión para explotación minera. Incluso aclaró que, de ser necesario, los vecinos dejarán sus viviendas para que la minera avance con la extracción del mineral. Andalgalá es la tercera ciudad en importancia de la provincia, fue fundada en 1658 y sus 17 mil habitantes no pueden creer que la actividad minera prevalezca sobre sus 350 años de historia. “Es increíble cómo el gobierno nos entrega a la voracidad minera”, denunció Graciela Chayle, integrante de la Asambleas Vecinos por la Vida, espacio que impulsó la movilización de la ciudad en reclamo del retiro de Alumbrera y la prohibición de la actividad minera. En 2009, el gobierno de Catamarca ya había aprobado un polémico proyecto (llamado Agua Rica) a sólo 17 kilómetros de la ciudad, y que los vecinos sindican como la puerta de entrada de otros proyectos, entre ellos el que implicará el desalojo compulsivo de los habitantes. El Concejo Deliberante local aprobó un plebiscito vinculante para que la población decida si acepta o rechaza la instalación de Agua Rica.
El departamento de Andalgalá, al noroeste de Catamarca, fue una de las primeras regiones del país en conocer la megaminería metalífera a gran escala. En 1994 comenzó allí la instalación de Bajo la Alumbrera, una megaexplotación de cobre y oro que llegó con promesas de trabajo, bienestar y desarrollo local. A poco de funcionar, la población comenzó a denunciar el incumplimiento de lo prometido y, sobre todo, los casos de contaminación y afecciones en la salud.
La empresa, que en ese momento pertenecía al consorcio de la suiza Xstrata y las canadienses Goldcorp y Northern Orion –hoy Yamana Gold–, había prometido, junto a los políticos de turno, la construcción de un barrio para 5 mil personas, nuevas escuelas, un hospital de alta complejidad, rutas asfaltadas y 6 mil puestos de empleo. Nada se cumplió. Ya en 2004 Andalgalá estaba dividida en torno de la minería. Pero la noticia de un nuevo yacimiento –Agua Rica, de cobre, molibdeno y oro–, publicitado como tres veces más grande que Alumbrera, alarmó a la ciudad. El emprendimiento se ubica a sólo 17 kilómetros de la ciudad, donde nacen los ríos que alimentan de agua a la población (ver aparte).
Urbano Cardozo es un jubilado que divide su tiempo entre la familia y la militancia, según sus palabras, por mantener el ambiente sano para sus nietos. Había aplaudido la llegada de la gran minería a la zona, pero en poco tiempo cambió de opinión. En abril de 2004 le advirtió a este periodista: “Agua Rica es la primera de una larga fila de mineras que se quieren instalar, por eso hay que frenarla. Vienen por todo. Quieren matar al pueblo”. Seis años después, el miércoles pasado, Cardozo volvió a hablar con este diario. “Sabíamos y sabemos que Agua Rica es la carta de defunción del pueblo, pero no imaginamos que el gobierno y las empresas llegarían a tanto, a rematar el pueblo, a echarnos para que venga una minera. No pensé vivir algo así”, lamentó el jubilado militante.
El documento oficial, de la Secretaría de Minería de Catamarca, es claro: “El área de mina cubre prácticamente la ciudad de Andalgalá, situación que es normal y corriente, ya que según el Código de Minería pueden coexistir las dos propiedades, tanto la minera como la superficial, siendo la minera en este caso con fines de prospección y exploración, que en caso de llegar a una explotación se deberá contemplar la indemnización correspondiente y el mayor interés público por parte del Estado, para la prioridad del desarrollo”. Es el párrafo textual de un escrito oficial, fechado el 18 de noviembre de 2009, y que lleva la firma de la máxima autoridad minera de Catamarca, el secretario de Minería, Guillermo Sinner.
El informe oficial precisa que se trata del expediente “770B2005”, que el yacimiento fue denominado “Pilciao 16”, y detalla que se entregó el área a las empresas Billiton Argentina BV y confirmó la posibilidad de expropiar viviendas para que avance la actividad minera. El informe también precisa que sobre el departamento de Andalgalá pesan 280 permisos mineros de prospección y exploración. Sólo Pilciao 16 involucra 4465 hectáreas, gran parte del casco urbano.
La concesión minera de la ciudad de Andalgalá fue otorgada silenciosamente en diciembre de 2005, y fue mantenida en secreto hasta noviembre último, cuando el concejal Alejandro Páez realizó un pedido de informes a la Secretaría de Minería de Catamarca. “A mediados de 2009 me llamó la atención que en una zona cercana, de valles y donde el pueblo de Andalgalá tiene reservas de aguas subterráneas, se comenzaron a ver movimientos, perforaciones y venta de campos. Por eso hice el pedido de informes a la autoridad competente. Nunca imaginé que nuestras autoridades habían entregado el pueblo de forma tan indigna”, detalló Páez.
Con el contexto de una comunidad que se debate desde hace una década por el accionar minero, la posibilidad de desalojos masivos y la pérdida del lugar donde vivieron toda su vida, se incrementó el rechazo a la actividad. La Asamblea Vecinos por la Vida de Andalgalá dio el alerta en diciembre: “Nos sentimos expulsados, violados, ultrajados, al enterarnos de que la Secretaría de Minería concedió a la empresa Billiton Argentina BV el área de mina que cubre prácticamente la ciudad de Andalgalá. No puede entrar en la lógica de nadie que un gobierno valore más el interés de una empresa minera por encima de los derechos a la vida de toda la ciudad”, denunció.
Los vecinos impulsaron “Caminatas por la vida”, marchas en las que reunieron a más de 5 mil personas (en un pueblo de 17 mil). Graciela Chayle tiene 46 años, cinco hijos, y es nacida y criada en Andalgalá, como sus padres. Tiene una pregunta y dos certezas. “¿Cómo se animaron a hacer algo como Pilciao 16, con el desalojo de la ciudad incluido?” Se responde: “El gobierno y las empresas jamás pensaron que el pueblo se iba a levantar, nos veían como quedados, demasiado tranquilos. Como ya habíamos permitido a Alumbrera, pensaron que no íbamos a hacer nada. Por otro lado, queda claro que se equivocaron: Andalgalá resiste”.
Billiton Argentina BV pertenece al grupo internacional BHP Billiton, con sede en Australia y presencia en 25 países. Explota y comercializa petróleo, aluminio, metales, acero, diamantes y carbón energético. Una de sus subsidiarias (BHP Petroleum Corporation) explora, con permiso británico, petróleo en las Islas Malvinas. Billiton Argentina BV tiene presencia en Salta desde 2007, donde cuenta con 40 mil hectáreas en concesión. La empresa no cuenta con sitio de Internet en la Argentina, no hay datos suyos en los sitios especializados en minería y en la Secretaría de Minería de Catamarca dijeron no tener contactos actualizados.
Desde la Secretaría de Minería de Catamarca rechazaron hablar con Página/12. Sí hablaron con el diario local El Ancasti. Admitieron la entrega en concesión de Andalgalá a la empresa, que ésta presentó una declaración de impacto ambiental en 2006 y explicaron que “la empresa concesionaria ha demostrado desinterés en la misma en los últimos años, por lo que se infiere falta de interés en la zona”.
El concejal Páez toma distancia de las autoridades provinciales. “Pilciao 16 fue un avasallamiento realizado sin consultar a la población directamente afectada. Si han tenido decisión de hacer eso, ya no puedo creer nada de lo que digan las empresas, la Secretaría de Minería de Catamarca, ni la Secretaría de Minería de Nación.”
Los vecinos que se oponen desde hace una década a la actividad extractiva también afirman que la marcha atrás es sólo momentánea y advierten que no dejarán las calles hasta que se cumpla su exigencia: “Fuera Agua Rica y jamás Pilciao 16. No a la minería, sí a la vida”.
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