Proliferación atómica en el Cono Sur
Brasilia, 20 de noviembre. En pocos años Brasil estará en condiciones de exportar mil toneladas anuales de uranio enriquecido sin perjudicar el abastecimiento de las centrales Angra I y Angra II (en construcción), ni otras plantas previstas por el gobierno.
Así lo afirmó Adriano Maciel Tavares, de la empresa estatal Industrias Nucleares de Brasil (INB), quien aclaró que para poder vender uranio al exterior es necesario modificar la actual legislación.
El ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, anunció por su parte el mes pasado un plan para construir cerca de 50 centrales nucleares hasta 2060.
El consumo mundial de uranio enriquecido es de 70.000 toneladas anuales, cotizado a 200 dólares el kilogramo, y Brasil cuenta con reservas de uranio estimadas en 309.000 toneladas según cálculos del gobierno.
Tavares explicó a la Agencia Estado -cuyo reporte recogió ANSA- que "la mina de Caieté, en Bahia (nordeste), ampliará su producción y podrá producir unas 800 toneladas de uranio".
Añadió que en breve comenzará a extraerse uranio de la mina de Santa Quiteira, en Ceará (nordeste), que en 2010 producirá 1.200 toneladas.
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