Organizaciones ecologistas de América Latina y el Caribe recibieron alarmadas el anuncio de la creación de una empresa binacional argentino-brasileña para el desarrollo nuclear en la región. Pablo Bertinat, coordinador del área de energía del Taller Ecologista de Rosario y los Programas de Sustentabilidad de Argentina y el Cono Sur, charló con la Agencia de Noticias Biodiversidadla sobre los alcances de este "Paquete nuclear" que promete extenderse a la región con entre 12-15 centrales nucleares y más de 61 proyectos relacionados.
- Una numerosa cantidad de organizaciones sociales, ecologistas y ambientalistas, elaboró una nota de repudio a la inminente creación de una empresa nuclear binacional entre Brasil y Argentina, lo que forma parte de un "Paquete Nuclear" mayor en la región, ¿de qué se trata todo esto?
En realidad no sabemos bien de qué se trata, es uno de los problemas, de los planteos que hacemos. Estamos sumamente preocupados por el anuncio del lanzamiento de esta empresa, que se ha manejado como se han manejando siempre las cuestiones nucleares en nuestros países, con gran secreto, a espaldas de la opinión pública, inclusive a espaldas de los parlamentos, y con la misma mecanía que se ha utilizado durante las dictaduras militares, como si esto se tratase de secretos militares, tal vez la ambición de los gobiernos de la región para incrementar el poder geopolítico a partir del desarrollo de la energía nuclear.
- Este "Paquete Nuclear" podría llegar a incluir la construcción de entre 12 y 15 centrales nucleares, extendiéndose por el Cono Sur este resurgimiento nuclear, ¿esto es así?
Esto es así y el anuncio de las centrales nucleares ya fue hecho. En Argentina se han anunciado otras centrales, aparte de Atucha II, en Brasil también se anunciaron una cantidad importante de centrales, y lo que estamos recepcionando de nuestros compañeros y amigos de la región, es que hay una gran ofensiva en Uruguay, en Chile, en Perú, y en Venezuela, de impulsar el desarrollo de la energía nuclear, no sólo a partir de los acuerdos que pueda haber entre Argentina y Brasil, sino también impulsados por muchas empresas privadas dedicadas a la energía nuclear, que están viendo decaer su negocio en Europa y que están buscando reimpulsar sus negocios en la región. Argentina ya tiene un desarrollo nuclear y lo que van a hacer es profundizarlo y consolidarlo, y vaya uno a saber qué otras situaciones más que no conocemos, por cómo fue el manejo de todo este proceso de decisión de esta nueva empresa binacional.
- Hemos podido conversar con varias asambleas cordilleranas que están resistiendo la actividad minera y empiezan a denunciar que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está realizando exploraciones de uranio, ¿se puede articular esta pelea con las denuncias que están haciendo uds. sobre el resurgimiento de la energía nuclear?
Mirá, es toda una sola pelea, porque en realidad, lo que nosotros estamos denunciando hace mucho tiempo, es el peligro de todo el ciclo nuclear, desde la minería y los impactos que esto tiene, hasta la disposición final de los residuos que deja la industria núcleo-eléctrica. Debiera ser una sola lucha para que podamos cortar la cadena en diferentes pedazos, y para exigir que no avance esta iniciativa en la región, como vos decís, con todos los emprendimientos mineros de uranio en Mendoza, Salta, Jujuy y Córdoba que están impulsando, y que presentan impactos fuertes sobre la región. Yo creo que es una lucha conjunta.
- ¿Cuál es el destino del uranio?
Básicamente, en este momento Argentina está importando uranio para sus centrales. Hay dos intenciones, una es autoabastecer las centrales, pero también hay un manejo de la Comisión Nacional de Energía Atómica de abrir paso para entregar en gran parte todas las explotaciones mineras a empresas privadas extranjeras dedicadas a la minería. En ese sentido, nosotros creemos que la CNEA está jugando un rol bastante triste de entrega del patrimonio nacional a empresas conocidas y depredadoras mineras internacionales para entregar el uranio a estas empresas.
- ¿Qué rol crees que tendrían que estar jugando los gobiernos de la región en lugar de impulsar proyectos tan peligrosos como el de la energía nuclear?
No sólo son peligrosos, sino que son proyectos sumamente caros para nuestros pueblos, y todos estos proyectos terminamos pagándolos nosotros. Vos sabés, la deuda del Club de París, que se pagó el otro día, o que se anunció el otro día, tiene que ver con Atucha II, y nos va a salir una locura de plata, que es dinero que se paga con dinero público que pagamos todos los ciudadanos. Creemos que hay alternativas mucho más viables, más baratas, más saludables, menos riesgosas, que presentan menos incertidumbre, y que podrían desarrollarse en nuestra región. En ese sentido, si se dejaran de lado las ambiciones de poder geopolítico en la región, que tiene que ver con, en definitiva, intereses ocultos debajo de los proyectos de energía núcleo-eléctrica, podríamos avanzar en proyectos de energía mucho más limpia.
- ¿Y frente al cambio climático?
Frente al cambio climático la energía nuclear se presenta como "una opción", y eso es lo que en algunos lugares dio un impulso a la energía nuclear. En realidad, si uno analiza el ciclo completo de la energía nuclear, esto no es tan así, las emisiones del ciclo completo y hasta la disposición final de residuos muestran que en muchos casos, el ciclo de la energía nuclear emite mucho más que otro tipo de centrales, inclusive con combustibles fósiles. En realidad es una gran falacia. La temática del cambio climático y energía nuclear habitualmente da cuenta del momento en el que la central genera, y en realidad en el momento que genera no emite, pero emite fuertes cantidades de gases de efecto invernadero durante todo el proceso. Se debe tener en cuenta el proceso integral. Nosotros creemos que la energía nuclear es una falsa opción frente al cambio climático, que no aporta en definitiva para reducir las emisiones de efecto invernadero.
- Frente a este resurgimiento nuclear de los gobiernos argentino y brasileño, ¿existe una apertura por parte del resto de los gobiernos de la región?
Bueno, eso no está totalmente claro, porque lo que está ocurriendo en los diferentes países, en el caso de Chile por ejemplo, es que hay una gran cantidad de iniciativas de empresas privadas. En el caso de Uruguay hay una ambición, creemos nosotros, por parte de sectores del gobierno de impulsar la energía nuclear. Son bastante diferentes las cuestiones en los países y no está claro tampoco, cuál va a ser el relacionamiento de estos países con Brasil y Argentina, si es que lo hubiera, respecto a la energía nuclear. Aún eso está muy verde y todavía hay que dar una discusión mayor.
- ¿Algo que te parezca importante agregar?
Creemos que es muy importante movilizar a la opinión pública de nuestros países, que muchas veces se manifestó mayoritariamente en contra de la energía nuclear. Nosotros creemos que es un riesgo que no hace falta asumir, que presenta riesgos importantes, que no tenemos ninguna necesidad de asumirlos, además de que hay otras alternativas mucho más viables, saludables y económicas para impulsar fuentes de energía alternativas.
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