por la Dra. Teresa Ana Maknis
Si bien el mineral in situ posee relativamente bajos niveles de radioactividad, al abrir el yacimiento se produce la desintegración espontánea.
El uranio natural se compone de tres isótopos: uranio-238, uranio-235 y uranio-234. Los isótopos del uranio son radioactivos. El núcleo de los elementos radioactivos es inestable, significa que el mismo se transforma en otros elementos, típicamente mediante la emisión de partículas y algunas veces absorbiendo partículas.
El proceso conocido como desintegración espontánea, es generalmente emisión de las partículas alpha o beta del núcleo. Esto, a menudo está acompañado por una radiación gamma, la cual es una radiación electromagnética como los rayos X.
Estas tres clases de radiación tienen diferentes propiedades en algunos aspectos, pero son todas radiaciones ionizadas, cada una tiene suficiente energía para invalidar el grado de afinidad química, por eso poseen la habilidad de dañar y destruir las células vivas.
En el uranio seco prevalece el isótopo uranio-238 que tiene una vida media de cerca de 4,5 millones de años. El uranio-238 se desintegra mediante emisiones de alpha en torio-234, quién a su vez se desintegra por emisiones beta en protactinio-234 y así sucesivamente.
EL GAS RADÓN UN RIESGO GEOLÓGICO.
El peligro de los radionucleidos.
El RADÓN es un gas incoloro, inodoro, radioactivo producido por la degeneración espontánea del uranio. Su vida media es de cuatro días y con la ayuda del viento de la Patagonia que sopla del Oeste al Este en ese plazo puede llegar a la costa atlántica, después de los cuales se transforma en otros elementos radioactivos que se depositan en el agua, la tierra, en el polvo del aire que lleva el viento, en los vegetales, en los animales contaminándolos radioactivamente.
El RADÓN que no forma ningún compuesto químico natural puede transportarse del suelo, de la roca fracturada sin adherirse a estos elementos. El RADÓN-222 es el tipo más común de RADÓN, se degenera en otros elementos radioactivos que forman fácilmente vínculos químicos y se unen a las partículas del polvo en el aire que pueden ser inhaladas por los seres humanos y los animales. Para la persona media la inhalación de radón hace recibir a sus pulmones más radiación que a cualquier otro órgano del cuerpo. (Consejo Nacional sobre Protección contra la Radiación [NCRP-1984 B] )
Los altos niveles de RADÓN en las minas subterráneas son una causa sabida del cáncer de pulmón en los mineros (NCRP 1984 a)
El RADÓN no tiene otro efecto perceptible en el cuerpo humano: no causa síntomas de la exposición a la radiación, ni causa asma, dolor de cabeza, vértigo o náusea.
El RADÓN que se origina en materiales: uranio en rocas y suelo subyacente o fenómenos geológicos: terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, derrumbamientos y el hundimiento de la tierra, implican peligros geológicos potenciales para la salud.
LOS PROCESOS DE EXTRACCIÓN Y REFINADO DEL URANIO
Tradicionalmente el uranio ha sido extraído en minas subterráneas y a cielo abierto, últimamente se están usando técnicas alternativas tales como la lixiviación in situ.
La lixiviación significa separar mediante un solvente una sustancia soluble de una insoluble. Esta solución es inyectada en los depósitos subterráneos para disolver el uranio, es el proceso más usado.
LIXIVIACIÓN IN SITU EN LA MINERÍA DEL URANIO
En inglés se denomina “In Situ Leach (ISL) Mining of Uranium”
Beverly es la primera mina de uranio (ISL) en Australia, comenzó a operar a fines del siglo XX – 1998-1999
Con la tecnología de la lixiviación in situ, es decir dentro del depósito subterráneo de uranio, se inyecta un líquido de lixiviación: amonio, carbonato o ácido sulfúrico a través del agujero del taladro mediante bombeado y luego se bombea en sentido inverso, hacia la superficie el líquido con el uranio.
Esta tecnología sólo se puede utilizar en los depósitos de uranio situados en un acuífero en la roca permeable, confinada en roca no-permeable.
Desventajas:
El riesgo de lixiviar incursiones líquidas más allá de los depósitos de uranio y provocar la subsecuente contaminación del agua subterránea. Los efectos imprevisibles del líquido de lixiviación en la roca del anfitrión del depósito. La producción de cantidades de lodo inútil y de agua no utilizable al recuperar el líquido de la lixiviación, y La imposibilidad de restaurar las condiciones naturales de la zona después de acabar la operación de lixiviación. La imposibilidad de restaurar el agua subterránea a las condiciones previas a la lixiviación. No se conoce todavía un proceso de restauración total.
LA MOLIENDA DEL URANIO
El mineral extraído en hoyo abierto o a cielo abierto, o en minas subterráneas se tritura y lixivia en un molino de uranio, éste es una planta química diseñada para extraer el uranio de la roca. Está situado generalmente cerca de la mina para limitar el transporte. En la mayoría de los casos, el ácido sulfúrico se utiliza como el agente de lixiviación. También se utiliza la lixiviación alcalina.
El agente de lixiviación no sólo extrae el uranio sino también varios otros componentes como el molibdeno, el vanadio, el selenio, el hierro, el plomo y el arsénico. El uranio se debe separar fuera de la solución de lixiviación.
El producto final producido por el molino, llamado comúnmente la “torta amarilla”(U3 O3 con impurezas) se embala y se envía en barriles.
Cuando se cierra un molino de uranio, se produce una gran cantidad de desechos radioactivos, que deben ser depositados de una manera segura, porque pueden producir gases y amenazan así la disposición final del lodo.
RIESGOS DE LOS DEPÓSITOS O COLAS DE LOS DESECHOS DE LA MOLIENDADEL URANIO
Referencia:
De izquierda a derecha: despide radón – radiación gamma – polvo con radón, arsénico y otros metales pesados.
A la derecha del dibujo del depósito, fallas por erosión, inundaciones, terremotos y lluvias torrenciales propias del clima monzónico.
En los sectores en contacto con la superficie del suelo destacada con / / / / / se contamina con radón y arsénico, también el agua subterránea como indica la flecha hacia == == ==
MEDIO AMBIENTE Y SALUD
Todas las etapas desde la exploración a la producción entrañan peligro.
El Informe Nacional de la Cancillería a la Conferencia sobre Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, reunido en Río de Janeiro en julio de 1991, dice: “A los riesgos que se producen en la minería del uranio, se suman los de la operación y básicamente los vinculados a la disposición final de los residuos del proceso”.
Después del período de explotación de la mina de uranio mediante el proceso ISL, la calidad del agua de las napas subterráneas sobrante debe ser restaurada dentro de los límites establecidos por una línea demarcadora standard determinada antes del comienzo de la operación de explotación, así algún uso previo puede ser recuperado.
El agua contaminada individualizada del acuífero tampoco es evaporada o tratada antes de su reinyección.
Los riesgos del depósito o cola del material de la molienda son: la emanación de RADÓN, radiación gamma y el polvo con radium, arsénico...
El radium-226 en las colas o depósito se desintegra espontánea y continuamente en el gas radioactivo RADÓN-222 el que a su vez se desintegra en productos que causan cáncer de pulmón.
Puesto que el RADÓN se disemina con el viento – en la Patagonia sopla el viento a altas velocidades de Oeste a Este- mucha gente recibe una dosis adicional de radiación a gran distancia de la mina.
El embalse o depósito de la cola está propenso a muchas clases de erosión. La filtración de estos depósitos es uno de los mayores riesgos. También son susceptibles a la erosión climática.
(*) Doctora en Ciencia Política
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