23 de Agosto, 2008 | OpiniónelLibertario.com
Por el diputado provincial Pablo Baca (UCR). La Cámara Minera de Jujuy y otras organizaciones, han rechazado un proyecto de ley que tiende a regular la actividad minera en la provincia. Entre otras disposiciones, tiende a prohibir la minería metalífera a gran escala que use sustancias tóxicas.La nota rechaza el proyecto, lo que es legítimo, pero no puede rechazar el debate. La Cámara Minera no puede ignorar que el debate, en realidad, ha comenzado antes que la presentación del proyecto. Basta con recordar las manifestaciones que realizaron vecinos de Ocloyas y Tilquiza, y también de Tilcara, Huacalera y Yacoraite, que dio lugar al dictado de normas por parte de autoridades municipales de distintos lugares de la Provincia (Tilcara, Huacalera, Cangrejillos). O recordar también las sucesivas presentaciones que hicieron distintos grupos ante la Comisión Ecología. Tampoco pueden olvidarse las reuniones de comunidades indígenas y los encuentros en Tilcara y Abra Pampa,donde los referentes de los pueblos originarios elaboraron sendos documentos.
En ese proceso, incluso se presentó un pedido de informe al Poder Ejecutivo que requería información sobre las preocupaciones de los distintos sectores que llegaban a la Legislatura, que nunca fue contestado.
La nota de la Cámara Minera, por fin, ignora el debate y la decisión que adoptó una mayoría de más de dos tercios de la Legislatura al pedir la suspensión de trámites de otorgamiento de derechos mineros por un lapso de 180 días.
La Cámara Minera no sólo ignora todo eso, sino que además incurre en afirmaciones falsas, destinadas a hacer creer que van a cerrar fuentes de trabajo. Ningún establecimiento que se encuentre trabajando va a ser afectado por las disposiciones de lo que podría ser la ley, que sólo rige para el futuro. Así está expresamente previsto en el proyecto.
¿Cuál es el debate?
Pero, yendo al debate en sí, lo que está en discusión es cierto método de trabajo minero y no “la minería”. Se pretende reducir la discusión a un sí o no a “la minería” cuando se trata de un determinado método. El método cuestionado es la minería metalífera a cielo abierto que usa sustancias tóxicas, que tiene un alto impacto ambiental; y la situación en la que se debate es aquí y ahora, en Jujuy, con un pasado y un presente de contaminación y daños ambientales y de absoluta incapacidad de control por parte del Estado.
El método minero cuestionado es una de las formas de producción más agresivas contra el ambiente y por ese motivo se encuentra prohibido en varias provincias argentinas e incluso existe una sentencia de la Corte (en el caso “Villibar, Silvana c. Provincia de Chubut y otros”), que se pronuncia por la constitucionalidad de esta prohibición. Se encuentra también prohibido en muchos estados extranjeros. Nadie puede decir que este método de minería a cielo abierto puede llevarse a cabo en forma sustentable en Jujuy. Esto es hablar en abstracto y hay que hablar en el contexto y la situación histórica, tomando en cuenta el Estado que tenemos y su comprobada incapacidad para el control.
Hay cuestiones técnicas involucradas, que hacen a la ingeniería, y entonces habrá distintas alternativas según el estado actual del conocimiento. De cualquier modo, deberá analizarse siempre la índole del uso del agua y la utilización de sustancias tóxicas que impliquen peligros.
Estamos naturalmente preparados para considerar cualquier cuestionamiento al proyecto. De hecho, el proyecto -cualquier proyecto legislativo- no es algo definitivo, es una perspectiva en el desarrollo de un debate, y mucho más si proviene de una minoría. Además, de hecho, la Legislatura está abriendo una ronda de consultas con los sectores interesados.
Lo que sí señalamos es que hay un nivel de análisis político, que obliga a pensar en las distintas alternativas de desarrollo y optar por aquellas que atiendan mejor a la situación de la gente, dado el estado actual de la administración y las posibilidades de control del Estado. Ninguna política puede discutirse en abstracto. Está en debate un método y las posibilidades actuales del Estado que tenemos. Y también están en debate los escasos o nulos beneficios que deja esta actividad al fisco provincial y a las comunidades de las zonas en las que se desarrolla. La versión taquigráfica de la sesión en la que se solicitó la suspensión de los trámites mineros da cuenta de las preocupaciones de varios diputados -muchos del oficialismo- en este sentido.
El desarrollo sostenible se construye sobre la base de un número de oportunidades y opciones diversas, que -es cierto- no excluye pero tampoco impone a priori ningún tipo de actividad. Conocemos la puna y sabemos de las limitaciones que ahí existen, pero eso tiene que llevarnos a redoblar los esfuerzos y la inversión, no a imponer a sus habitantes costos ambientales o de otro tipo. El contexto actual del reconocimiento de derechos colectivos, en particular el derecho a un ambiente sano, y demás derechos humanos, garantizados nacional e internacionalmente, obligan a buscar otras alternativas.
En definitiva, no somos ajenos a la preocupación por la producción y el desarrollo. Por el contrario, desde la UCR hemos impulsado diversos proyectos para que Jujuy recupere su capacidad financiera, económica y productiva, pero estamos también obligados a pensar en la necesidad de proteger la salud y el futuro de nuestra gente, sobre todo de los más vulnerables, que viven en zonas remotas y en situaciones precarias.
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